RECOMENDACIONES EN OLIVOS

RECOMENDACIONES GENERALES :

1.- El transporte debe hacerse en camiones o vehículos cerrados, con techo cubierto, de manera de evitar daños por el sol y viento (deshidratación y rotura de ramas). Las plantas en contenedores pesan entre 0,6 y 0,8 kgs (100 un/m2).

2.- El árbol debe ser plantado tomando las siguientes precauciones:

a) Una vez hecho el hoyo, presentar el árbol en éste (con bolsa) y comprobar que la profundidad sea la adecuada. El nivel del suelo de la bolsa debe quedar unos 3 cms. sobre el nivel del terreno de plantación, de modo que con los riegos posteriores, baje y se nivele.
b) Romper y quitar la bolsa colocando la planta dentro del hoyo, orientado el brote en contra del viento. Debe cuidar de no desarmar el pan de suelo para evitar corte de raíces.
c) Antes de terminar de llenar el hoyo, colocar un tutor al lado de la planta, de modo que ayude a guiarla derecha (amarrar con cinta plástica para favorecer el crecimiento vertical) y protegerla del daño por el viento.
d) Apisonar bien el terreno plantado y dar de inmediato un riego abundante (no en exceso).
e) Proteger los arboles nuevos con malla metálica tipo gallinera en zonas de liebres o conejos.

7.- Se debe dar un riego inmediatamente después de plantado un segundo a los dos días del primero para luego distanciarlos y llegar a regar dependiendo de la capacidad de retención de humedad del terreno y condiciones ambientales.

8.- En caso de no contar con riego tecnificado, se debe emparejar un montículo y hacer una taza de riego. Ideal, no excavar el suelo original, traer sustrato de otro sector cercano e incorporar para levantar el montículo.


Consideraciones para las plantaciones de Olivos:


Los olivos son especies originarias de Oriente Medio, conocido desde hace más de 6.000 años. En España se cultiva especialmente en la cuenca mediterránea y en las regiones de clima suave. Es un árbol centenario, de troncos torcidos, copa ramosa y ancha, ramificándose a poca altura y de tendencia a dispersarse. En condiciones favorables alcanzan los 20 a 25 metros de altura y con productividad hasta la edad de 65 y 80 años y a partir de esa edad los rendimientos decrecen. En cuanto a sus frutos, las aceitunas destinadas a la obtención de aceite se cosechan maduras, y las destinadas a consumo a medio madurar. Con el desarrollo de la industria aceitera y de aceitunas para fresco, se ha permitido la aparición de nuevas variedades, con muchas de éstas disponibles en Chile. Por citar algunas conocidas como Arbequina, Coratina, Frantoio, Leccino entre las aceiteras, y Azapa, Sevillana y Manzanilla para consumo fresco. Algunas para doble propósito como Empeltre y Picual.

Estas especies tiene buen comportamiento en suelos de textura media (Franco, Francoarenosas, Arenofrancosas, Francoarcilloso), estas características permiten una buena permeabilidad, capacidad de retención de humedad y aireación apropiada para el crecimiento. El hábito de crecimiento de las raíces es superficial, por lo que un suelo de 0,8 a 1,2 mts. permite un buen desarrollo. No obstante, se recomienda la confección de camellones ya que estos favorecen enormemente el crecimiento de las raíces, por estar adecuadamente aireadas. Del punto de vista químico, crecen bien en suelos moderadamente ácidos a alcalinos (pH 5,5 y 8,0). Las altas concentraciones de Cloro y Boro afectan negativamente el cultivo.

Respecto al clima, ésta especie proviene de clima mediterráneo, con dos estaciones bien marcadas: una fría y húmeda y la otra calurosa y seca. Durante la estación invernal, se produce la acumulación de frio (horas frío), siendo la temperatura umbral 12,5º C. Las temperaturas de verano adecuadas para la fructificación oscilan entre 25 y 35º C. Es capaz de soportar altas temperaturas veraniegas del orden de 40º C, sin sufrir quemaduras, aunque su actividad se detiene ya a los 35º C. En zonas de humedad excesiva y permanente se favorecen el desarrollo de enfermedades causadas por hongos, principalmente las que se producen durante la floración.

Para estimar los requerimientos hídricos del cultivo en particular se debe conocer las condiciones climáticas (evapotranspiración potencial) del sector y relacionadas con el cultivo (evapotranspitación del cultivo).

El periodo más favorable para la plantación de olivos es a fines de invierno, cuando han pasado los peligros de heladas y ántes de los fuertes calores. En zonas de inviernos suaves, se puede plantar en Otoño, así permitir un buen arraigamiento para iniciar el crecimiento de primavera. Los huertos tradicionales tienen una baja densidad de plantación de aproximadamente 100 árboles por hectárea y se caracterizan por una productividad baja. En la actualidad se han establecido nuevos sistemas de plantación, más intensivos, cuyas principales características son: acortar el periodo improductivo del huerto, desarrollar una plantación mecanizable en todas las operaciones del cultivo. Con esto se podría aumentar la densidad poblacional a 400 – 600 plantas/ha; llegando incluso a plantaciones superintensivas de 2.500 plantas/ha, cuya producción al 3º y 4º año llega hasta 14.000 kg de aceituna/ha.

En cuanto a la fertilización, un olivo en la mayoría de los casos presenta un buen equilibrio sólo con los nutrientes extraídos del suelo. Las aplicaciones de fertilizantes pueden provocar un exceso de vigor, lo que obliga a podar anticipadamente retrasándose la entrada en producción. Si los riegos y el manejo en general del huerto son apropiados, es innecesaria la fertilización inicial, ya que las necesidades de una planta joven son diferentes a las de un árbol adulto. Sin embargo, para condiciones particulares se recomienda el apoyo técnico y de análisis foliar.